Pero sus palabras escritas en papel no le decían nada. Eso suponía que la rabia lo cegaba o que el silencio de sus ojos era lo que no podía asimilar. Las lágrimas empezaron a brotar. Estaba perdido en su propio laberinto. Él lo creó pero llevaba mucho más tiempo del asimilable perdido en su interior.
25 de octubre de 2007
Todavía tengo-el sabor de tu piel-prendido en-los labios...
“Todavía tengo-el sabor de tu piel-prendido en-los labios. // Te espero-esta noche oscura-en el parque de los gatos”.