25 de octubre de 2007

Todavía tengo-el sabor de tu piel-prendido en-los labios...

“Todavía tengo-el sabor de tu piel-prendido en-los labios. // Te espero-esta noche oscura-en el parque de los gatos”.

“Le dije eso como le podía haber dicho necesito verte para descifrar tus ojos, saber si eres la razón por la que ahora estoy solo, si fuiste tú quien propició el suicidio de mi mujer, o si eres tú la razón por la que me siento solo. No he parado de soñar contigo, de hablar contigo en sueños, de escuchar tu voz. Le dije eso porque sus ojos brillan en la noche, como los de los gatos, y con mirarla podría descifrar todo aquello que no me iba a querer contar”, pensaba sentado en una esquina de su cama.

Pero sus palabras escritas en papel no le decían nada. Eso suponía que la rabia lo cegaba o que el silencio de sus ojos era lo que no podía asimilar. Las lágrimas empezaron a brotar. Estaba perdido en su propio laberinto. Él lo creó pero llevaba mucho más tiempo del asimilable perdido en su interior.