21 de octubre de 2007

O quizás no era un olvido...

Al fin y al cabo, olvidar sus llaves tenía un significado. Quizás porque no podía olvidar otra cosa: la voz del hombre. Aquella voz susurrante que decía: "Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo..."

¿Qué pensaba él cuando rompió su vida a la mitad, mientras pervertía a una niña de 18 años recién cumplidos? Era un hombre inteligente... aunque la conoció con 17 y la deseó en ese preciso instante, esperó el tiempo suficiente para no pillarse los dedos con la justicia.

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